La pandemia resultante como consecuencia del COVID 19 ha afectado la salud mental de la población de manera importante. Se puede evidenciar en la consulta médica el aumento de casos de ansiedad, depresión, trastorno obsesivo – compulsivo, trastorno hipocondriaco y estrés postraumático principalmente.
Los factores que han influido en la presentación de estos padecimientos son diversos. En el caso de la ansiedad y depresión, por lo general influyen preocupaciones por problemas laborales, económicos y de otra índole derivados de la pandemia y los confinamientos. Muchas personas han perdido sus trabajos o emprendimientos y han sufrido un detrimento en sus ingresos, no pudiendo afrontar sus compromisos económicos como antes. También se han presentado problemas familiares o de pareja. Algunas parejas no estaban acostumbradas a pasar tanto tiempo juntos y al aumentar la interacción entre ellos han aumentado los conflictos, discusiones, peleas, abusos y maltratos. Estas parejas no eran funcionales antes de la pandemia, pero mantenían un aparente equilibrio en base al distanciamiento personal, lo cual fue quebrado de manera forzosa en este nuevo contexto. Un fenómeno similar se ha dado con los padres que tenían poco contacto con sus hijos y también ha afectado a muchos padres el hecho de tener que acompañar a sus hijos pequeños durante las clases a distancia o tener que asumir labores domésticas que antes no tenían, lo que ha sobrecargando sus labores diarias y aumentando significativamente sus niveles de estrés.
Otros factores que han influido en el aumento de los cuadros depresivos además de los anteriormente mencionados, han sido el aislamiento y la soledad a la que se han visto expuestas algunas personas como consecuencia de la falta de interacción social, o el haber tenido que sufrir personalmente la enfermedad, sus secuelas, o enfrentar el fallecimiento de sus seres queridos, pasando por procesos de duelo que en muchos casos se han agravado llegando a ser patológicos.
Los trastornos hipocondriacos se presentan cuando la persona tiene un miedo muy intenso a contraer una enfermedad, en este caso en particular, el COVID 19. Magnifican las consecuencias de padecerla y toman medidas preventivas excesivas para evitar que esto ocurra, lo que genera niveles elevados de ansiedad, pensamientos obsesivos y conductas compulsivas. También han aumentado o se han agravado los casos de trastorno obsesivo – compulsivo, principalmente los que se caracterizan por tener miedo intenso a la contaminación o gérmenes. Estas personas cursan con una distorsión del pensamiento, haciendo asociaciones irracionales de causa y efecto, creyendo que cosas terribles van a suceder en caso no ejecuten determinadas acciones repetitivas (rituales) para prevenirlas o contrarrestártelas, como lavarse las manos o desinfectar las cosas, las cuales son realizadas de una manera excesiva y no justificada, o incluso pueden no tener nada que ver con la consecuencia temida, como encender y apagar varias veces el interruptor de la luz, contar los pasos que dan al caminar, rezar un determinado número de veces, etc.
Los cuadros de estrés postraumático pueden presentarse al experimentar el proceso de enfermedad de un ser querido o de uno mismo como una experiencia traumática. Muchos pacientes que tuvieron que ser hospitalizados o han tenido que presenciar el fallecimiento de un ser querido han desarrollado este tipo de cuadros, los cuales se caracterizan por volver a experimentar mentalmente de manera muy realista los eventos vividos como “flashbacks”, tener pesadillas frecuentes, estar hipersensibles a los estímulos sensoriales y presentar inestabilidad anímica y emocional.
Los niños se han visto afectados principalmente por la falta de interacción social, alterando el desarrollo normal de sus habilidades sociales.
En caso de experimentar algunos de los síntomas descritos o de conocer a alguien que los esté presentando, sería recomendable acudir a una consulta con un especialista en salud mental, como un psiquiatra o psicólogo, para que pueda realizar una evaluación y determinar la posibilidad de recomendar algún tipo de tratamiento.
Médico Psiquiatra