Enfermedades respiratorias en niños

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  1. ¿Qué es el asma y qué la produce?

El asma es una de las principales enfermedades crónicas, que afecta a niños y adultos.

Los bronquios que son las vías respiratorias que conducen el aire a los pulmones se estrechan debido a dos mecanismos: la inflamación y la compresión de los músculos que rodean dichas vías respiratorias. Ello causa los síntomas del asma tales como: tos, sibilancias, dificultad para respirar y opresión del pecho. Estos síntomas pueden ser intermitentes o continuos, y suelen agravarse durante la noche o por ejemplo al hacer ejercicio físico. Los desencadenantes que causan dichos síntomas varían de una persona a otra, y entre ellos figuran las infecciones virales (ej.: resfriado común, influenza, COVID-19), el polvo, el humo, los gases, los cambios climáticos, los pólenes de los granos y árboles, el pelaje y las plumas de animales, los jabones, detergentes, desinfectantes (ácido muriático o lejía) y los olores o perfumes fuertes. También encontramos dentro de los desencadenantes a algunos alimentos como el maní, mariscos, preservantes como los sulfitos (que también los podemos encontrar en algunos vinos tintos) o colorantes como la tartrazina, que da coloración amarilla a las golosinas, bebidas gaseosas, jarabes o pastillas. Asimismo, los humos, ya sean generados por el consumo de tabaco o la exposición pasiva al humo del tabaco, los cigarrillos electrónicos, la marihuana o la cotinina que se impregna en la ropa de los fumadores pueden desencadenar síntomas relacionados al asma. También es importante anotar que el consumo de ciertos medicamentos en algunos pacientes asmáticos, como son los antinflamatorios no esteroideos (AINES) tipo ICOX1, principalmente, el ácido acetilsalicílico (Aspirina), ibuprofeno, naproxeno, diclofenaco y otros como el metamizol pueden desencadenar una reacción alérgica muy intensa además crisis de asma. Otros medicamentos como el captopril, enalapril, propanolol, atenolol o el timolol (este último, de uso oftálmico para el control de la presión intraocular en pacientes con glaucoma) pueden desencadenar broncoespasmo.

 

  1. ¿Quiénes son más propensos a desarrollar esta enfermedad?

Si bien se han asociado muy distintos factores al mayor riesgo de padecer asma, muchas veces es difícil encontrar una única causa directa.

La probabilidad de padecer asma es mayor si otros miembros de la familia también son asmáticos, en particular los familiares más cercanos, como los padres o hermanos.

El asma es más frecuente en personas que sufren otras alergias, como eccemas o rinitis.

La urbanización se ha asociado a un aumento de la prevalencia del asma, probablemente debido a varios factores que guardan relación con el estilo de vida.

Determinados acontecimientos ocurridos en etapas tempranas de la vida pueden afectar a los pulmones en desarrollo y aumentar el riesgo de padecer asma. Entre estos factores cabe mencionar: el bajo peso al nacer, la prematuridad, la exposición al humo de tabaco y otras fuentes de contaminación del aire, así como las infecciones respiratorias virales (bronquiolitis por virus sincicial respiratorio, resfriados por rinovirus, o gripe por virus influenza o parainfluenza)

También se cree que la exposición a una serie de alergenos y sustancias irritantes del medio ambiente puede aumentar el riesgo de padecer asma, como la contaminación ambiental en espacios cerrados (cocinar con leña dentro casas poco ventiladas) y en el exterior, los ácaros del polvo doméstico, los mohos (hongos) y la exposición en el trabajo a sustancias químicas, humos o polvo.

Los niños y adultos con sobrepeso u obesos no solo tienen un mayor riesgo de padecer asma y presentar una inadecuada respuesta al tratamiento farmacológico si no corrigen su estado metabólico-nutricional.

 

  1. ¿Existen diferencias entre el asma en niños y adultos?

El asma es una enfermedad crónica en adultos, diferente en niños, especialmente en preescolares (menores de seis años). Por lo tanto, niño no puede ser tratado como un adulto en miniatura. Aunque el asma es una enfermedad crónica, cuando un pediatra señala que un niño menor de seis años tiene sibilancias y probablemente sea asma, no quiere decir que vaya a sufrirlo de por vida.

Las sibilancias nos dan un ejemplo claro de las diferencias entre niños y adultos. Se trata de un síntoma muy común que “puede hacer pensar que el niño sufre de asma, aunque en numerosas ocasiones el diagnóstico correcto es otro”. En el 60% de los casos la sibilancia es precoz y transitoria; en un 20 % está asociada a alergia (el asma seguirá en la adolescencia) y en otro 20 % es no alérgica (el asma remitirá).

 

  1. ¿El asma sólo aparece por primera vez durante la niñez?

Aunque el asma puede aparecer a cualquier edad, es más frecuente que se manifieste en la infancia, especialmente en los primeros 5 años de vida. Algunos niños continúan teniendo asma cuando llegan a la edad adulta. En otros niños, el asma remite. A veces, niños en quienes los médicos pensaban que tenían asma en realidad padecían otro trastorno que causaba síntomas similares, por ello, es importante el seguimiento clínico del paciente para poder establecer un adecuado diagnóstico.

 

  1. ¿Cuál es el tratamiento más adecuado cuando se presenta una crisis asmática en niños?

Para los ataques agudos (crisis asmática) se usan broncodilatadores a través de dispositivos para inhalación (comúnmente llamados inhaladores o spray) a través de aerocámaras o espaciadores y en algunas ocasiones a través de un nebulizador y medicación antinflamatoria mediante el uso de corticoesteroides tipo prednisona o prednisolona por vía oral o dexametasona, hidrocortisona o metilprednisolona por vía inyectable si el caso lo amerita.

Para el asma crónica y también después de una crisis, se prescriben corticoesteroides inhalados (a veces combinados con broncodilatadores de acción prolongada) y, si es necesario, se agrega un antagonista del receptor de leucotrienos (montelukast).

El tratamiento se administra para resolver crisis y para prevenirlos.

Los niños con crisis leves y muy poco frecuentes normalmente toman fármacos solo durante la crisis. Los niños que tienen crisis intensas o más frecuentes necesitan tomar fármacos incluso entre crisis. Se emplean distintos fármacos según la frecuencia y la gravedad de las crisis. Para ayudar a evitar la aparición de crisis en los niños con crisis poco frecuentes y no muy graves, se suele utilizar una dosis baja diaria de corticoesteroides inhalados o de un antagonista del receptor de leucotrienos (montelukast). Estos fármacos reducen la inflamación bloqueando la liberación de las sustancias químicas que inflaman los bronquios.

 

  1. ¿El asma se cura?

No tiene cura, pero con un diagnóstico y tratamiento adecuado, y la educación de paciente (y también a los padres del paciente si este es un niño) se puede lograr un buen control del asma.

1 de cada 4 niños o bien siguen teniendo ataques de asma o los síntomas del asma se resuelven sólo para volver después de un tiempo cuando los niños son mayores o incluso adultos. Los niños con asma grave tienen mayor probabilidad de sufrir asma en la edad adulta. Otros factores de riesgo para la persistencia y la recurrencia incluyen pertenecer al sexo femenino, exposición al humo de tabaco, desarrollar asma a edad más temprana y presentar sensibilidad a los ácaros del polvo doméstico.

Aunque el asma causa un número significativo de muertes cada año, la mayoría son evitables con el tratamiento. Por lo tanto, el pronóstico es bueno para los niños que tienen acceso al tratamiento y que son capaces de seguir su plan de tratamiento.

 

  1. ¿El deporte puede agravar el asma?

Cuando la gente con asma sigue su plan de acción contra el asma, puede hacer deporte ¡y lo puede hacer muy bien! Muchos atletas de élite padecen asma, y hay algunos que hasta han ganado medallas de oro en las olimpiadas.

 

  1. ¿El COVID-19 es más serio en el caso de asmáticos?

Hasta ahora, la gran mayoría de estudios no han encontrado un mayor riesgo de gravedad de la COVID-19 en las personas con asma. Además, no parece haber ninguna indicación de que el asma sea un factor de riesgo para desarrollar la enfermedad de COVID-19. En conjunto, parece que existe un riesgo no muy elevado de padecer COVID-19 más grave en pacientes con asma. Esto contrasta con otros factores de riesgo como la EPOC, la obesidad, etc., que se han relacionado constantemente con la COVID-19 más grave.

Lo que sí se ha identificado es que, tal como ocurre con otras enfermedades respiratorias virales, la COVID-19 puede reagudizar los síntomas relacionados al asma en pacientes que se encontraban aparentemente estables y no expuestos debido al confinamiento o al uso de mascarillas faciales.

 

  1. ¿Qué alimentos o actividades se deben evitar si sufres de asma?

En general se debe evitar lo que el paciente ha identificado como un agente desencadenante de síntomas relacionados al asma que presenta (principalmente si es asma de tipo alérgico).

Es importante anotar que debe llevarse un adecuado plan de acción para el control del asma y así poder realizar actividades de la vida diaria sin presentar síntomas.

Una persona con asma puede desempeñarse como aquella que no lo padece siempre y cuando lleve una correcta terapia de control de la enfermedad y acuda a sus visitas médicas de manera periódica.

 

  1. Mencionar 5 consejos para los padres que tienen hijos asmáticos
  1. Tener un tratamiento personalizado por escrito para su asma
  2. Utilizar bien los inhaladores prescritos por su médico.
  3. Conocer y evitar los factores que pueden desencadenar la crisis de asma.
  4. Aprender a reconocer los síntomas de una crisis de asma.
  5. Conocer qué hacer ante una crisis de asma.
  1. ¿Existen enfermedades respiratorias que detonan el asma?

Las enfermedades respiratorias virales, tales como el resfriado común, la gripe por influenza o parainfluenza y el COVID-19 pueden desencadenar o agudizar síntomas relacionados al asma.

 

  1. ¿Hay estadística actualizada sobre el asma en Perú o Latinoamérica?

Actualmente cerca de 325 millones de personas tienen asma en el mundo, y debido al aumento de los casos, las Guías de la Sociedad Europea de Enfermedades Respiratorias estima que este número llegaría a los 400 millones en el 2025.

En el Perú, sin embargo, la incidencia es mayor. Cerca de uno de cada tres niños peruanos sufre de asma, con lo cual es el país latinoamericano con mayor incidencia de esta enfermedad. La prevalencia del asma en las diferentes regiones de Latinoamérica varía conforma a las condiciones medioambientales y demográficas.

La mayoría de casos de asma se encuentran en las ciudades ubicadas en la costa, principalmente en Lima. El característico clima húmedo y la contaminación ambiental de la capital hacen que los casos de asma aumenten. La gran concentración de personas en estas zonas influye en la frecuencia del asma.

 

  1. Colocar más información si se requiere.

Los pacientes con asma tienen mayor riesgo de desarrollar depresión, lo que afecta su calidad de vida, al sufrir de alteraciones del sueño, estrés, ansiedad, ataques de sibilancias (silbidos en el pecho al respirar), dificultades para hablar y restricciones en la vida social.

Con frecuencia el asma no se diagnostica correctamente y muchas muertes están relacionadas a la falta de un tratamiento adecuado. El costo económico del asma es considerable, tanto en términos de costos médicos directos, como los ingresos hospitalarios y el costo de los productos farmacéuticos. También los costos médicos indirectos (tiempo laboral y muerte prematura), pues esta enfermedad causa la pérdida de 20 millones de días de trabajo en los pacientes adultos.

Los pacientes con asma no controlada debidamente, a largo plazo invierten el doble en tratamiento que los pacientes que si controlan la enfermedad con un tratamiento adecuado. Es por esto que el control del asma es de suma importancia ya que un paciente no controlado tiene altos riesgos de hospitalización y visita a urgencias.

 

Recomendaciones

– Si su hijo tiene tos persistente y respira agitado o incluso le silba el pecho, llévelo al establecimiento de salud más cercano.

– Tenga cuidado, una crisis de asma puede ser fatal en niños. No corra riesgos si tiene niños pequeños en casa.

– Practicar una actividad deportiva es conveniente para los niños con asma (siempre y cuando ésta se encuentre bien controlada con un adecuado uso de sus inhaladores)

 


Autor : Dr. RAFAEL REAÑO ORTEGA
Especialidad: NEUMOLOGÍA