Incontinencia Urinaria

Un problema en la salud de las mujeres, que producen alteraciones en su estado emocional y calidad de vida.

¿Qué es la INCONTINENCIA URINARIA?

La incontinencia es la pérdida involuntaria de orina, las personas que la padecen sienten una urgencia inmediata de ir al baño. Existen varios tipos de incontinencia y también distintos tratamientos.

¿Por qué se da la INCONTINENCIA URINARIA?

La incontinencia sucede porque cuando el cuerpo produce la orina, esta se almacena en la vejiga y el esfínter, que es el músculo encargado de permitir o no la salida de la orina, se debilita y no hace un cierre óptimo, permitiendo los escapes involuntarios.

 

  • Daños en el suelo pélvico.
  • Problemas hormonales: menopausia.
  • Debilitamiento de los músculos.
  • Traumatismo del parto.
  • Presión en la vejiga.
  • Relajación del esfínter.
  • Problemas neurológicos.

¿Cuándo aparece, tiene que ver con la edad?

Puede aparecer por distintas causas, no hay una edad exacta en la que comienza a suceder.

 

Por un lado, las mujeres son más propensas a ella, y puede ocurrir durante su embarazo, o en la etapa de la menopausia entre los 45 y 55 años. Sin embargo, esta puede afectar a más de 15% de las personas mayores de 65 años.

Grados de INCONTINENCIA URINARIA

  • Incontinencia leve: las personas que tienen incontinencia leve son aquellas que pierden cerca de 100 a 200 cc de orina al día, o tienen escapes esporádicos.
  • Incontinencia moderada: quienes pierden entre 300 a 400 cc de orina al día.
  • Incontinencia severa: si se pierde más de medio litro de orina.

Tipos de INCONTINENCIA URINARIA

  • Incontinencia de esfuerzo: esta es la más frecuente, sobre todo en mujeres. Se debe a alguna alteración en el suelo pélvico. Ocurre cuando la persona realiza alguna actividad que requiere de un esfuerzo físico, este puede ser simple, como toser, estornudar, reír, o cuando se hace ejercicio físico como correr, saltar, levantar peso o caminar. Pueden escapar desde pequeñas gotas hasta grandes cantidades de orina.
  • Incontinencia de urgencia: sucede cuando la persona siente una necesidad repentina, intensa y urgente de orinar. Si no se llega a tiempo al baño, se puede presentar un accidente.
    Aunque puede haber múltiples causas, una de ellas es la que se conoce como una vejiga hiperactiva, es decir, que los músculos de la vejiga se contraen involuntariamente, incluso antes de que la vejiga esté llena, lo que ocasiona la urgencia de expulsar los fluidos.

También es posible que aquellas personas necesiten ir constantemente al baño, más de lo normal, incluso durante la noche.

 

  • La incontinencia por rebosamiento: sucede cuando la vejiga está demasiado llena. Pueden ser pequeñas gotas constantes de orina que se liberan accidentalmente, sin que la persona sienta ganas de ir al baño en primer lugar.

Esta se puede dar especialmente en los hombres que tengan problemas en su próstata y esta bloquee su uretra, también en las personas que sufren de diabetes o quien tenga una lesión en la médula espinal.

 

  • La incontinencia funcional: se le atribuye a enfermedades neurológicas o a un impedimento físico, en este caso, aunque estas personas puedan controlar su vejiga con normalidad, su movilidad les impide actuar a tiempo.

Por otra parte, si se debe a una enfermedad mental, como el Alzheimer, depresión o Parkinson, puede que su demencia no les permita reconocer las ganas de orinar.

Ejercicio

Incontinencia Urinaria: Tratamiento

Existen muchos tratamientos médicos, ejercicios, quirúrgicos, tratamientos modernos no invasivos, ambulatorios.

 

El tratamiento depende del tipo y la causa de su incontinencia urinaria.

Cambios en el estilo de vida:

  • Estar físicamente activo.
  • Mantener un peso saludable.
  • Evitar el estreñimiento.
  • No fumar.

Ejercicios para fortalecer los músculos del piso pélvico:

Unos músculos fuertes del piso pélvico retienen la orina mejor que músculos débiles. También llamados ejercicios de Kegel, estos ejercicios de fortalecimiento implican tensar y relajar los músculos que controlan el flujo de orina.

Medicamentos

Para relajar los músculos de la vejiga para ayudar a prevenir espasmos. Bloquear las señales nerviosas que causan frecuencia y urgencia urinaria. Óvulos, estrógenos.

 

Pesarios para las mujeres, un pesario o un dispositivo similar a un tampón que se coloca en la vagina. El dispositivo empuja su uretra para ayudar a disminuir las fugas.

Aumentadores de volumen

Que se inyectan en el cuello de la vejiga y los tejidos de la uretra para engrosarlos. Esto ayuda a cerrar la abertura de la vejiga para que tenga menos fugas.

Estimulación nerviosa eléctrica

que implica cambiar los reflejos de la vejiga usando pulsos de electricidad.

Cirugía abdominal, vaginal, uso de mallas requiere hospitalización.

Láser Ginecológico

Láser Ginecológico

Un tratamiento inocuo, no necesita hospitalización, da comodidad, es seguro y con muy buenos resultados.

Es una nueva opción terapéutica no invasivo que genera un efecto térmico prolongado facilitando la regeneración de los tejidos gracias a la producción de colágeno y de fibras elásticas que mejoran el grosor y la calidad del tejido vaginal sin causar daño en los tejidos circundantes.

Las principales aplicaciones del láser ginecológico son:

  • Síndrome genitourinario de la menopausia: sequedad vaginal, disminución de la lubricación, molestias vaginales, quemazón, dolor, dispareunia (dolor en las relaciones sexuales), infecciones urinarias recurrentes, incontinencia.
  • Incontinencia urinaria de esfuerzo leve o moderada.
  • Síndrome de hiperlaxitudo relajación vaginal.
  • Cirugía ginecológica íntima o reconstructiva: corregir los labios menores más largos y extensos de lo normal, capuchón del clítoris, etc.).
  • Tratamiento de patologías relacionada con el virus del papiloma humano como eliminación de verrugas vulvares.
  • Patología degenerativa celular: liquen escleroatrófico.

Tratamiento efectivo:

Se realiza de forma ambulatoria y sin necesidad de ingreso hospitalario. Se lleva a cabo en un consultorio dedicado al láser y cada sesión dura alrededor de 20 minutos.

 

Además, es un procedimiento indoloro por lo que tampoco es necesario el uso de antibióticos o analgésicos tras la sesión, y, como mucho, requiere anestesia tópica (en crema).

 

  • Tras la sesión se puede hacer vida totalmente normal. 

Por norma general, para que desaparezcan o mejoren significativamente los síntomas, son necesarias 3 o 4 sesiones espaciadas en intervalos de 6 y 8 semanas. Transcurrido un año se valorará si es necesaria una sesión de recordatorio. 

¿Quién puede usarlo?

  • En principio, cualquier mujer se puede someter al tratamiento con láser vaginal.
  • No tiene contraindicaciones.

Lo recomendable es que los procedimientos sean realizados por médicos especializados.

Dra. Nélida Pinto Arteaga

Dra. Nélida Pinto Arteaga

Gineco-Obstetra