Muchas veces nos encontramos con situaciones diarias en las cuales nos preguntan por sucesos que no recordamos en ese momento y otras situaciones en que no recordamos donde dejamos las cosas como por ejemplo las llaves.
Estas situaciones se conocen como olvidos, los cuales pueden ser benignos o malignos.
Los olvidos benignos se caracterizan por ser situaciones puntuales y reversibles, se dan por problemas de déficit de atención en su mayoría o problemas de fijación de estos recuerdos en nuestra memoria, se caracterizan por no influir en gestión de las actividades de la vida diaria.
Por ejemplo olvidarse las llaves, olvidarse de pagar una cuenta, olvidarse del nombre de un personaje del cine o del quehacer diario o política, etc. Todas estas situaciones cumplen con ser reversibles porque en tiempo menor a 24 horas uno puede hacer el intento de recordar y volver a encontrar las llaves, acordarse al día siguiente de pagar esa cuenta, y recordar a ese personaje que no identificábamos y luego nos hemos acordado; y no interfieren en el quehacer diario porque uno no se olvida a diario de las llaves, y menos de pagar todas sus cuentas.
Por otro lado los olvidos malignos si son perjudiciales, no son reversibles en el tiempo y pueden producir situaciones de peligro para el paciente e interfieren por lo tanto en las actividades de la vida diaria, la causa de ello es un déficit cognitivo producido por lesiones cerebrales lo que se conoce como demencia.
Por ejemplo, dejar la plancha encendida y no darse cuenta que la ropa se está quemando, ponerse la ropa al revés y pretender que está bien, olvidarse del dinero y atribuir el hecho de no encontrarlo a robos, olvidar completamente cumpleaños o aniversarios y atribuir a que nunca existieron, no recordar la dirección o el teléfono de casa o acudir a una dirección anterior donde ya no vive, etc.
Los cuadros de demencia son patológicos, es decir, no son normales, deben ser diagnosticados y tratados por un especialista y si se da en adultos mayores por un Geriatra. El cuadro de demencia más común es la Enfermedad de Alzheimer seguido por la demencia vascular.
Debo recordarles que lo mal llamado “ demencia senil” no existe como término de normalidad para los adultos mayores, muy por el contrario con este término, de ha venido encubriendo cuadros demenciales muchas veces tratables.
Muchas gracias
Dr. Javier Marcelo Velásquez Morón
Médico Geriatra